CAPÍTULO 39: JAQUE MATE

Vanessa

Me entero mientras tomo mi café de la mañana, sentada frente a la enorme cristalera del ático, viendo cómo el cielo se tiñe de ese azul sucio típico de esta ciudad. Gregory, mi padre, me envía un mensaje corto, conciso, con el tono de quien lanza un as bajo la manga. “Maddison Evans, ingresada de urgencia. Amenaza de parto prematuro. Hospital Saint Jude.”

Sonrío.

No esperaba que las cosas salieran tan bien, tan rápido, tan... perfectas. Ni siquiera tuve que empujar demasiado. Bastó una secuencia de eventos tan naturalmente caótica como su vida, bastó Derek, su ego, su frialdad; bastó un corazón roto y la humillación pública. No, yo no empujé nada. Solo me limité a ver cómo ella se deshacía sola.

Marco el número en mi agenda sin necesidad de pensarlo. El doctor Lewis contesta al tercer timbre con esa voz tensa que siempre intenta sonar profesional, aunque sé que tiembla cada vez que ve mi nombre.

—Cómo está, doctor Lewis. Hacía un tiempo que no hablábamo