CAPÍTULO 118: EL ARTE DE MENTIR DESPACIO
Vanessa
A veces el silencio es más ruidoso que una explosión. El teléfono ha dejado de sonar, los mensajes no llegan. Gregory no responde y el estúpido de Derek... ya no es mío. Todo lo que alguna vez controlé ahora se me escapa entre los dedos como agua sucia.
Camino por la casa con una copa de vino intacta en la mano, la bata de seda cayendo con descuido por uno de mis hombros, las uñas impecables y el maquillaje intacto, pero por dentro estoy al borde del colapso. Lo sé, lo siento. Algo se está rompiendo y no puedo permitir que termine de caerse sin mí dictando las reglas del juego.
Vivian cree que me tiene acorralada, Gregory me ha dado la espalda, Derek quiere largarse con la insípida de Maddison... esa estúpida que cree que ha ganado. Cree que puede quedarse con lo que me pertenece, como si el amor se heredara, como si no costara años de perfección sostener este imperio.
No, no lo voy a permitir, no voy a perder. No sin arrastrarlos conmi