El chófer de su auto nos abre la puerta y siendo cuidada por los dos, subo al auto donde Taddeo toma mi mano llorando y observándome con preocupación. Sonrío intentando tranquilizarla, pero, no me es posible.
— Mi culpa — dice el pequeño yo niego.
— No es tu culpa, cariño. Ese hombre actuó mal, solo es eso. — digo y él niega.
— Soy débil, no te protegí.— dice Taddeo y yo acaricio su mejilla.
— Claro que lo hiciste, gracias a ti estoy a salvo. Ahora, no lo pienses demasiado y vayamos a casa.
— Vamos para el hospital. — me corrige Kendrick
— Por favor no. Solo me lastimé levemente, no es necesario ir al hospital por algo tan pequeño. — digo y los dos niegan.
— Debes ser revisada.
— Llamaré a algún médico en línea para que me haga una video llamada así estaremos seguros de que todo está bien. — digo y los dos niegan.
— No es negociable, debes ir a un hospital.
— Ya he ido muchas veces, por favor, no me lleven allá, estoy bien, solo tomaré una pastilla para el dolor y todo