P.O.V Larissa
Hoy es la maldita boda; mi prima Kira, mi madre y mi tía están aquí conmigo ayudándome a arreglarme.
Veo mi reflejo en el espejo, miro cómo mi madre me está maquillando.
—Hija, sonríe, sé que no te quieres casar, pero por lo menos sonríe —me dice mi madre y pongo una sonrisa fingida.
—Te verás muy hermosa —añade mi tía Laura, que me está arreglando el cabello.
Yo no les respondo, pero veo a mi prima Kira y ella me conoce bastante bien para sospechar que no estoy feliz ni satisfecha con esto.
Cuando me terminan de arreglar el cabello y de maquillarme, me doy la vuelta para ver el vestido.
Está puesto sobre un maniquí, es de manga larga con una falda amplia recubierta de encaje con patrones de flores; no tiene escote como ese anciano dijo y es de cuello alto que también lo recubre el encaje. Admito que es hermoso, pero nada más.
Mi madre y mi tía toman el vestido, se acercan a mí y comienzan a ponérmelo. Cuando tengo el vestido puesto, ellas se van para terminar de