Estaba nerviosa, no dejaba de mirarme en el espejo, habia escogido el vestido mas refinado y recatado, no queria verme para nada provocativa, ente menos lo estuviera mejor para mi, no queria que Bris tuviera ningun problema por mi culpa.

Siento las manos de Bris en mi cintura, lo observo atravez del espejo y empiezo a preguntarme si en algun momento tendremos paz, al parecer eso no hace parte del mundo de el.

—¿Estas lista? —niego.

—No, estoy que me cago del miedo, no quiero que algo malo pase por mi culpa.

—No va a pasar nada, no eres culpable de ser hermosa, nena —suspiro.

—Aveces quisiera no poseerla, por ellos he tenido un par de problemas, tambien que muchos mostruos se obsesionen conmigo —ríe dejando un beso en mi cuello.

—Me declaro culpable, yo fui uno de esos, eres tan exquisita que seria un pecado no obsesionarse contigo —ruedo los ojos.

—Eso no esta ayudando a mis nervios, Bris, enserio no creo que deba ir —con cuidado me da la vuelta para que lo mire a los ojos.

—N