Mariela:
—Me acaban de contactar, al parecer hay una persona interesada en invertir en el centro.— murmura mi secretaria.
—¿De verdad?—me apresuro a tomar nota—¿Cuándo te llamaron y qué te comentaron?
—Solo tomé los datos. Esta es la tarjeta que dejaron con el número de teléfono. Me sugirieron que concertaras una cita por WhatsApp.
—¿Por quién pregunto?
— No lo sé. No me dijeron.
Cuelga sin decir más. Desde la ordenador , Tecleo con rapidez , para hacer una búsqueda de la empresa en internet.
¡Gracias a Dios!
Es una multinacional, que se dedica a patrocinar deportistas. Leo en detalle las sedes con las que cuenta, y elevo las cejas. Tienen presencia en casi todos los países del mundo.
Agrego el número de contacto a mi móvil ideando cómo enviar el primer mensaje a la vez que trato de no imaginarme que lidiaré con algún tipo con cara amargada y mal talante. Solo espero contactar realmente con el dueño, y no con alguna secretaria ácida.
Este debe ser un hombre extremadamente impor