Augusto:
—¿Estás seguro de esto?
— Sí. Mis sobrinos en Japón están convencidos de que es lo ideal. Solo hay que juntar un par de componentes faltantes.
—¿ Y por qué debo hacerlo yo?
— Pues porque tú acabas de casarte, ¿no es así? A nosotros nos tienen vigilados y seria demasiado sospecho que nos mibieramos justo ahora. Pero tú puedes irte deuna de miel.— dice burlonamente.—Te he preparado un itinerario y ¿qué crees? Estarás visitando los mismos sitios que mis padres.
Rodé los ojos.
— De acuerdo, ruso.
Mariela:
Con palabras seleccionadas con mucho tacto, le expliqué a mi hermana lo que había sucedido.
Temí que ella me recriminase por ello, pero Diana estalló en risas, me abrazó, y dijo que ella siempre supo que terminaríamos así.
En cuestión de pocos días, Augusto contrató a otra enfermera para que cuidase de la Señora Clarisse, y nos fuimos de luna de miel.
El me explicó el itinerario. Estaremos haciendo un tour por varias islas debido a asuntos de negocios, y como la agenda es apre