Mariela:
Debo escapar, debo huir.
“¿ No lograríamos nada, él es un mafioso, tu verdadero jefe también es un mafioso. ¿ A dónde iríamos que no nos encontrasen?”
Estas semanas que he pasado fuera de España con Augusto, han sido de las más felices de mi vida, pero a qué precio.
Debí intentar escapar cuando pude, en cuanto operaron a Diana, debí tomar a mi hermana y al poco dinero que teníamos, y correr por mi vida.
Bufo exasperada.
Ya es demasiado tarde.Me paseo dentro de mi habitación, retorciendo mis manos nerviosamente.
Tres horas después ya estoy histérica.
Ahora estoy casada con Augusto, y si el descubre lo que he hecho…no quiero ni pensarlo.
¿Si es capaz de levantar una guerra contra su hermano de crianza, qué no me haría a mí?
Sollozó, desesperada.
Él es un perro rencoroso que no descansará hasta verme muerta.
Recogí mi bolso y salí de la casa rentada.
Caminando por sobre la blanca arena de la playa, dirigiéndome hacia un bungalow cercano. Pero, ni siquiera el precioso paisaje e