LAYLA:
Con ayuda de Birk y Galed los chicos llegaron de inmediato y se ubicaron en lugares estratégicos para la batalla que se avecina.
—¿Estás segura de esto?
Me pregunta Damián.
—Nunca había estado tan segura, creeme.
Hablo con seguridad y este asiente suspirando.
—Entonces no hay más nada que decir…
Suspira resignado acercándose a mi.
—Te amo al igual que nuestro cachorro.
Susurra mirándome seriamente.
—Lo sé… Nosotros también te amamos.
Digo mientras rodeo su cuello y beso sus labios.
—Debes cuidarte pase lo que pase.
Le digo y Damián me atrae más a él.
—Eso debería de decírtelo yo, ¿No crees?
Dice con una sonrisa separándose de mis labios.
—Soy muy fuerte, puedo con todos esos malditos… Ahora vamos a hablar con todos tus guardias que necesitan aliento.
Hablo para luego tomar su mano y juntos ir al gran salón.
Al llegar todos los guardias vampiros estan reunidos y hacen una reverencia cuándo entramos.
—Vivan el rey y la reina de los vampiros.
Dicen a coro y ambos asentimos paránd