LAYLA:
—Amor te faltan dos más.
Al escuchar su voz me detengo y mis garras g colmillos vuelven a su estado normal.
—¿Estas bien? ¿No te han echo nada esas descerebradas?
Le pregunto y él niega con una sonrisa.
—Te miras muy hermosa celosa.
Dice con un guiño y mi loba ronronea.
Cuándo voy a decir algo más el lugar en el que estamos tiembla y todos nos miramos extrañados.
—¿Esto es obra de ustedes?
Pregunta la reina Valkirias y ruedo los ojos mientras olfateo el aire.
—Son ellos… Son los demonios ¡Mierda!
Digo mientras me muerdo los labios y Damián me mira alarmado.
—Maldición, tenemos que encontrar ese manantial.
Dice mientras me mira con desesperación en sus ojos.
—¿Están buscando el manantial?
Pregunta la reina Valkiria y Damián y yo la miramos a los ojos.
—Es obvio ¿Por qué crees que estaríamos aquí?
Hablo mientras camino hacia mí hombre pasando por el lado de la reina y su otra cómplice.
—¡Majestad! ¡Una legión de demonios y cazadores vienen hacia nosotros.
Dice otra Valkiria corri