¿Y si me matan aquí y me entierran debajo de un árbol? Nunca encontrarán mi cuerpo. Ben y Salma buscarán y nunca encontrarán mis restos. Y lo peor: nadie será arrestado, porque nadie pensará jamás que los Casanova me mataron.
Saludé a Milena, quien antes de bajar las escaleras dijo:
- Podemos organizar un café para cualquier día. ¿Que crees?
- Si claro.
Escuché el sonido de sus tacones mientras descendía. Miré a Allan y le pregunté:
- Ella... ¿Está necesitada? De amigos... ¿De un prometido?
Él sonrió:
- Milena tiene depresión. Se ha tratado durante muchos años, pero es una enfermedad que va y viene. Ella realmente tiene pocos amigos. Rara vez sale... O se divierte.
- Lo siento mucho. Parece una mujer agradable.
- Ella es... la considero una hija.
- Y... ¿Héctor no la saca a divertirse? ¿No hacer cosas juntos?
Tardó un rato en responder:
- Héctor no puede pensar en casi nada más que en sí mismo. Los dos tuvieron algunos problemas en el pasado y Celine pensó que lo mejor para ellos era