Sí, lo comparé con Jardel. Pero él no era mi ex. Todo con Héctor era diferente... Incluso mi sentimiento, que era más intenso que cualquier cosa que haya sentido. Y tenía miedo de que algún día lo amaría más que a mí y terminaría con una relación.
Ben se sentó a mi lado. Apoyé la cabeza en su hombro y él me abrazó, apoyando su cabeza en la mía.
- Me llamó cobarde.
- Y estoy de acuerdo con él.
- ¿Qué hago?
- Ve tras él.
- No... no puedo. Tengo miedo... Y lo que le hizo a Perrone todavía resuena en mi cabeza.
- Quizá no estés realmente preparada para dar este paso con él.
- Yo lo amo.
- No sirve de nada decírmelo, ni siquiera por ti mismo. Tienes que decirle.
- Quizá nunca logre... Como si eso fuera una señal de mi debilidad.
- Lo perderás.
- ¿Cuándo nos vamos?
- Tengo todo organizado para un máximo de cuatro días.
- ¿Has notificado al superintendente?
- Sí. Dijo que el alquiler se paga a fin de mes. Pero parece que ya ha habido alguien interesado en nuestro apartamento. La posibilidad