Mundo de ficçãoIniciar sessãoDejó caer los brazos a los costados, rindiéndose. Ya estaba dentro del ascensor. Presioné el botón cuando dijo:
- Simplemente no quiero que sufras...
- Demasiado tarde. Estoy destruido...
- Yo también estoy destruido - dijo antes de que la puerta se cerrara... Para siempre.
Anon quería llevarme a casa y me negué. Insistió y lo dejé esperar conmigo hasta que llegó mi taxi.
- El señor Casanova me matará cuando se entere que te dejé ir solo.
- Envía al señor Casanova al hijo de puta.
Se rió y yo también me eché a reír, tocándole el hombro:
- Oh, Anon, me gustas.
- Usted también me gusta, Sra. Bongiove.
- Gracias por no hablarme de Cindy. Ahora sé que no quisiste lastimarme.
El no dijo nada. Cuando el auto se detuvo, pregunté, antes de abordar:
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