sonreí, fingiendo que todo era exactamente como ella lo imaginaba.
- Bárbara, quiero que seas muy feliz.
- Voy a ser. - Dije esperanzada y positivamente.
- ¿Por qué creo que nunca nos volveremos a ver? - ella preguntó.
Sí, no nos volveríamos a ver. Porque yo no lo buscaría. Eso fue realmente una despedida... De todo lo que me recordaba a Jardel.
- Cuídate, Ana. Te amo.
- Te tendré por siempre en mis oraciones, Bárbara. Y gracias de nuevo
Saludé y me fui, cerrando la puerta, que seguramente nunca volvería a abrir. Era el final de un ciclo de casi diez años.
Tomé una respiración profunda, hasta que mis pulmones se sintieron llenos y la respiración volvió a la normalidad. No quería volver a ver a Jardel... Ni en fotos. El mío ya había quemado todo y borrado lo que quedaba de mi celular.
Y así le puse una piedra a mi relación de ocho años con Jardel, mi único amor y a la vez el hombre que me rompió, que me partió en mil pedazos y al que pensé que jamás podría poner. juntarlos de nuevo, po