― ¡No! ― el Rey interrumpió ― Esta bien, solo ha venido para hablar conmigo, la atenderé en el salón del consejo ―
― ¿Qué? ― la Reina no entendía el comportamiento del Rey ― No te quedes a solas con ella, deja que los guardias se la lleven ―― Tranquila, ella no es una amenaza ― el Rey tomo las manos de su esposa para calmarla ― Volveré pronto, tú trata de descansar ― le dio un beso en la mejilla y se dirigió al salón ― vamos Serena ―― Lamento haberla asustado majestad, con permiso ― Serena trataba de disculparse con su madre, lo que menos quería era seguir generando enemistades con ella, siguió al Rey hacia el salón del consejoAl llegar el Rey dejó entrar a Serena y pidió a los guardias dejarlos solos, los guardias se miraron entre sí por un momento antes de obedecer la orden del Rey. Cuando todos salieron el mismo Rey cerró la puerta