39. Reencuentro
Serena, visiblemente molesta, sintió que hablaba con personas ciegas a la realidad. Sin embargo, no podía culparlos del todo: no conocían la verdad.
—¡Basta! —ordenó el Rey. Su voz impuso silencio inmediato.
Quería creerle a su hija, pero también debía pensar con claridad.
—Serena, no podemos confiar en los lobos así de fácil. Tal vez debamos buscar otros aliados.
Serena bajó la mirada. Su voz se quebró apenas al hablar.
—Ya no tenemos muchas opciones… —dijo con temor y dudas—. La organización tiene un ejército. Además de asesinos y magos negros, también cuenta con monstruos y bestias. Y no solo eso… la líder ha capturado criaturas míticas de distintas regiones del mundo. Las tiene cautivas y las usa como soldados. Viene a estas tierras por su posición estratégica, pero también… porque en las montañas está el Fenrir. Viene con la intención de capturarlo.
Las personas en la sala guardaron silencio. Algunos no comprendían del todo lo que Serena acababa de decir, mientras que otros simple