41.
El mensajero de Eraniel llegó ante el nuevo Rey de Vatra y se arrodilló con respeto. Presentó un hermoso cofre de oro.
—Traigo un presente de parte del Rey Alfonce de Eraniel —anunció solemnemente.
Al escuchar esto, el salón estalló en murmullos y tensión. Los reinos no eran aliados, y el gesto fue recibido con escepticismo. Los guardias del Rey Karim se interpusieron de inmediato, preparados para cualquier trampa. Uno de ellos abrió el cofre con sumo cuidado, revelando tres frascos que contenían líquidos de colores distintos.
—¿Qué es esto? —preguntó el guardia, dirigiéndose al mensajero.
—El primer frasco contiene la savia de los gólems del norte. Tiene propiedades curativas que pueden sanar incluso las heridas más graves. El segundo frasco guarda extracto de camelias azules, una flor que solo crece en lo profundo del bosque septentrional. Es capaz de purificar cualquier maldición. Y, por último, el tercer frasco contiene sangre de Fenrir, recolectada durante la Batalla de las Almas