— ¿Te has enojado? —
— No quiero conversar frente a los niños —
Mire a mis hijos y Cris tenía razón, no era el lugar para discutir estos temas.
— De acuerdo —
Al llegar a la habitación tenía mi corazón hecho un caos y tengo demasiado miedo de las decisiones que tome Cris.
De inmediato Cris cerró la puerta detrás de nosotros y serio se colocó delante de mí.
— ¿Me amas? —
— Sí, te amo demasiado —
— Me duele demasiado que pienses que te voy a abandonar como si fueras un animal cuando su dueño no los quiere más. Te amó y los niños son demasiado importantes para mí, me he encariñado a ellos y me dolerá demasiado ver que te los lleves, dejarías en mí un gran vacío. Comprendo que todo ha sido demasiado rápido y viene la inauguración del restaurante, pero mi amor hace días te veo seria, triste, de mal humor algunas veces y tal vez sin querer digo cosas donde te enojas. Ahora me dices que no te quieres casar y por eso no firmas el contrato, además me rechazas que te regale el restaurante y te