ALANA GERBER ♛♥
No sé cuántas horas han pasado, Tobías sigue fuera dando vueltas. El lugar al que nos trajo Marc es increíble, una casona preciosa, cálida y acogedora. Observo a la pequeña que está coloreando sentada en el suelo; no me ha dirigido la palabra desde que llegamos, ni siquiera me mira. Tiene la misma contextura que Izan cuando era niño, con sus cachetes regordetes y unos labios rosados, y su cabello castaño con destellos rubios. Es una niña hermosa.
Me acerco a ella y me siento a su lado. Ha dibujado un coche rosa y muchos edificios, que podrían parecer garabatos, pero no lo son, son perfectos. Tiene un gran talento y no puedo negarlo.
—Hola... Qué bonito dibujo —le digo, pero cierra el cuaderno con molestia—, ¿quieres algo de comer? Galletas con chocolate.
Lo digo con cierta incomodidad. Levanta el rostro y me mira frunciendo el ceño y arrugando la nariz.
—Es el carro de mi mami —dice, cruzándose de brazos—, y no quiero nada. Ya comí las calorías que podía.
Parpadeo vari