Mi endeble voluntad se arrodilla ante ti, se entrega por completo y se hace parte de ti, de tu vida, tu pasión, tu lujuria y tu oscuridad.
Isabella
Me quedo sin palabras. Sus ojos brillan de deseo y por algo más, algo que desconozco, pero que me hechiza por completo. Siento que me pierdo en su mirada, que su aura me envuelve y, a pesar del miedo que se agita en mi interior, no quiero huir. No quiero alejarme de él.
Me atrae como a una polilla hacia la luz, pero él es solo oscuridad.
—Quítate la ropa para mí, Isabella —ordena con suavidad; sin embargo, su voz está cargada de poder.
De una posesiva autoridad que me desarma.
Me muerdo el labio inferior antes de quitarme el abrigo y dejarlo caer al piso. Su mirada está fija en mí, en mis movimientos y por un breve instante siento cómo mis pulmones dejan de funcionar.
Llevo mis manos hasta el zíper del vestido y lo bajo lentamente, viendo cómo sus iris se dilatan cada vez más si es que eso es posible. No es la primera vez que estoy en rop