Madelaine lo miró con preocupación mientras se desperezaba. Frunció el ceño y parpadeó un instante. Apretó sus puños como una manera de decantar toda la ansiedad que aquella situación le estaba provocando, mentir y disimular no eran su punto fuerte, pero parecía que desde ahora eso sería algo que le ayudaría a sobrellevar su espantosa vida junto a ese impresentable hombre.
_ Oh Blake, ¡al fin despertaste! _ lo miró a los ojos con pesar _ me asusté tanto anoche, creí que tendría que llamar al médico, pero después supuse que haber bebido demasiado te había jugado una mala pasada _ sonrió con inocencia _ Parecía que estabas muy bien al principio, pero luego de repente dijiste que te sentías mal y te desmayaste... o te quedaste dormido, no lo sé...¿de verdad no lo recuerdas? Ya sabes, estábamos a punto de... bueno, ya no importa ahora, tú me entiendes ¿no? Lo importante es que despertaste y que te sientas mejor.
Ella se asombró de su dote actoral, para su sorpresa descubrió que tení