Heaven ya no quiere pelear más. Heaven ya no quiere vender más droga. Heaven ya no quiere hacer sufrir a sus padres. Heaven está cansada de miserable vida. Una nueva oportunidad de ir a la universidad, lejos de todo eso, es tomada sin dudarlo. Su nueva vida comienza intentando olvidar aquellos traumas que dejaron su infancia. Heaven quiere sentir viva de nuevo. Y todo eso será posible cuando conozca a Nicola Moore, o su hombre como lo llamará después de aquel día. Pero no todo puede salir color de rosa. Cuando la vida de Heaven se vea envuelta en muertes, secuestros, secretos y personas que amenazan en hacerle daño, un nuevo giro tendrá su oportunidad de ser feliz. Ahora deberá luchar para salir de ello. ¿Podrá lograrlo? _______________________________________ ADVERTENCIA: Contenido adulto (+18). Escenas sexuales explícitas, violencia, lenguaje inapropiado y temas que pueden llegar a herir susceptibilidades. Se lee bajo su responsabilidad. _______________________________________ Se prohíbe la copia parcial/total de este libro. Todos los derechos son reservados por mi autoría y se denunciará al autor de plagio al libro.
Ler maisHace seis años.
—¡Nate, basta, por favor! —grito desesperada al ver la escena de la cual mi hermano estaba siendo partícipe— ¡Déjala, Nate! —vuelvo a gritar adolorida aún en el piso, un poco desorientada tratando de llegar hacia ellos.
—¡¿Esto era lo que querías?! —responde mi hermano mientras seguía en lo suyo.
Las lágrimas no podían cesar, caían como cascada sobre mi rostro, mezclándose con la sangre en mis labios. Seguía luchando para no perder el conocimiento luego de la golpiza que me había propinado Nate. Bajo mi mirada hacia la persona que estaba siendo víctima de mi hermano, estaba en shock.
Ya no se movía, ni gritaba, no hacía nada.
"Que no esté muerta por favor" —era lo único en lo que podía pensar.
Unas luces se logran ver por la ventana y las sirenas de la policía toman el ambiente del lugar, poniendo en alerta a mi hermano. Nate corre hacia mí, tratando de levantarme pero yo aún seguía débil y desorientada. Mi hermano me coge en sus brazos y antes de irse, se voltea.
—Si dices algo, te mataré —dice y sale corriendo de la propiedad conmigo en brazos.
Trato de girar mi rostro hacia donde se encuentra ella y veo una sombra en la ventana pero no distingo nada. Minutos pasan y se escuchan los golpes de la policía tratando de abrir la puerta de la casa donde había ocurrido todo. Nate abre la puerta posterior del auto y me coloca en los asientos traseros.
—Nate —susurro tratando de seguir despierta pero el dolor de cabeza no me daba tregua. Sentía que en cualquier momento me desmayaría.
Mi hermano me ignora, corre hacia el asiento de piloto y arranca con velocidad el coche.
—Nate, ¿qué hiciste? —vuelvo a hablar.
—Solo cállate, Heaven, solo... cállate. —dice entre dientes con la vista en la autopista mientras golpeaba el timón.
—¿Qué hiciste? ¿Por qué? —digo con dificultad.
—Todo es tu culpa —grita— ¡LO ARRUINASTE TODO!
No sé de donde saco las fuerzas para colocarme detrás de él, desabrocho el seguro y empiezo a ahorcarlo con su cinturón. Nate intenta con todas sus fuerzas quitarme de encima pero no lo logra. La rabia y la decepción en mi interior solo me daban más fuerzas. Mi hermano empieza a perder el control del auto dando maniobras peligrosas esquivando, por poco, chocar con otros autos.
—No seré hermana de un monstruo. —susurro llorando— No puedo serlo. Suficiente tengo siendo yo uno.
Lo suelto y Nate empieza a toser con fuerza llevándose sus manos a su cuello mientras intenta coger aire con regularidad. No le doy tiempo a nada cuando me impulso hacia el timón y veo un camión viniendo hacia nosotros.
—¿Qué... estás... haciendo? —dice Nate con dificultad.
—Liberándote, hermano. Liberándote de la culpa por lo que acabas de hacer —susurro.
Cierro con fuerza mis ojos y giro el timón hacia el camión chocando nuestro lado logrando dar vueltas de campana en el aire.
Mi cuerpo golpea por todos lados en el interior del auto mientras sigue girando hasta caer en seco en uno de los extremos de la autopista, el auto queda con las llantas arriba. Quedo tirada en el techo del auto y no puedo lograr moverme. Siento la sangre caer por mi frente, veo todo borroso pero logro divisar a mi hermano fuera del auto.
Un nudo en mi garganta se empieza a formar cuando veo el cuerpo de Nate tirado sobre ramas y hojas y su cabeza sobre una piedra con mucha sangre alrededor. Mi pecho empieza a convulsionar por el llanto, mi pecho se cierra sin dejarme respirar.
—¡Ahh! —grito por el dolor, no el físico, si no por perder a mi hermano gemelo, porque yo lo había matado y porque era mi deber hacerlo luego de lo que ocurrió.
Escucho las sirenas de ambulancia a lo lejos pero no dejo de ver a Nate y la sangre a su alrededor. No aguanto más cuando empiezo a ver puntos negros y es que era claro que estaba a punto de perder el conocimiento logrando ver solamente oscuridad, donde mi mente solo piensa la última frase para mi hermano:
Te libero, Nate.
UN AÑO DESPUÉSHeavenVeo el humo salir de la boca de la pistola debido al disparo que acabo de ejecutar. El cuerpo con el hueco en la frente por la bala cae de espaldas a mis pies y doy un salto hacia atrás para evitar que termine cayendo sobre mí. Emito una mueca de asco en mi frente cuando diviso el líquido carmesí junto a los sesos rodeando el cuerpo del escolta.—Conste que yo te avisé —espeto irónicamente al muerto y paso la mano en mi pantalón de cuero limpiando las pocas gotas de sangre que lograron caer en mi atuendo— ¿Sabías que el cuero está caro, idiota? —pregunto con desd&eac
HeavenCuarenta minutos después llegamos a una propiedad lejos de la ciudad. El lugar estaba rodeado de muros grandes con rejas electrificadas en la parte superior. Hombres armados se encontraban en los extremos de una puerta grande de fierro que daba entrada a la mansión.«Se notaba que se tomaban muy en serio la seguridad»Uno de los guardias ve a mi padre y nos deja pasar. La limosina entra y logro ver el pasto alrededor del lugar con ciertas figuras en los arbustos y arboles. Una fuente se encuentra en el medio del lugar. El coche la rodea quedando estacionada en la puerta de la mansión.Las paredes blancas y columnas grandes es todo lo que logro ver desde el i
HeavenRespiro el aire nuevamente de mi querida Alemania después de estar un mes viajando por los diferentes puntos importantes que controla nuestra organización en la mafia internacional. Bajo las escaleras del avión y me siento como si al fin hubiese vuelto a mi hogar.«Se sentía raro volver a mi país natal»El viento sopla con fuerza y tiemblo un poco por la brisa que me congela las mejillas. Adler baja detrás de mí y me coloca un abrigo por los hombros. Lo miro sobre mi hombro y sonrío.—Pareces un mapache —dice arrugando un poco la nariz.—Gracias, padre. N
HeavenAparco mi moto frente a mi casa. Rápidamente me bajo de ésta, derrapándola en la pista sin importarme el golpe que cae contra un lado y entro como una fiera al interior de mi casa. Giro mi cabeza hacia todos lados hasta que veo a mi padre frente al televisor, comiendo una manzana.«Hijo de puta»Aprieto la mandíbula con fuerza y siento mi corazón a punto de salirse de mi pecho. Llego hacia él y lo apunto con mi arma justo en la nuca.—Fuiste tú —digo con la voz entrecortada como si me quemara la garganta al decir esas palabras.Mi padre agarrar el control de la televi
Heaven—Lo siento tanto —dice Paige, acariciando mi mejilla.Las dos estábamos echadas en mi cama y no he vuelto a salir de mi casa desde que esa noticia derrumbó mi corazón. Mi cabeza no dejaba de doler y la razón era porque no he dejado de llorar por nada. Cada vez que me calmaba, el recuerdo volvía y nuevamente las lagrimas caían.Han pasado dos semanas. Catorce días desde que perdí a mi bebé y cada día, el dolor se volvía más insoportable. No comía, no dormía bien. Hubieron noches es que me levantaba gritando pues tenía pesadillas sobre un bebé que desaparecía frente mis ojos.&n
HeavenMi cuerpo se había desconectado de mi mente en el momento en que las palabras de Paige se repetían en mi cabeza a cada momento. La ira y el coraje estaban carcomiéndome la sangre de mis venas y no podía pensar en otra cosa que no sea matar a esa hija de puta que, desde hace varios años, no podía dejarme en paz.«Ni siquiera por todo el poder que me dió y que le di»Mis piernas se mueven en inercia de un lado a otro mientras tengo el teléfono pegado a mi oreja, hablando con mi padre. Reviso y analizo las armas que se encuentran en el lugar. En mi mente sólo analizo el plan que estoy por realizar.—Heaven, po
Último capítulo