Capítulo 36.

Grito cuando el hombre se entierra en mi cuerpo. Desde el primer día supe que esto pasaría solo no creí que fuese a ser así. Pensé que me violaría un solo tío, en concreto pensé que lo haría el hombre que recibe el dinero por utilizar mi cuerpo. Pero no pensé que fuese a convertirme en una prostituta.

Ayer entraron a mi cuarto unas mujeres, me sacaron para bañarme y quitarme mi ropa, dejándome solo en ropa interior que rompió el primer hombre al que dejaron entrar.

Ya ni soy consciente de la cantidad de hombres que me han violado, llevo aquí más de doce horas y cada vez que uno de los clientes se marcha. Un hombre llega, me cura las heridas si todos los lados en los que el hombre haya podido ser brusco, ya sea que me esté sangrando la vagina o que alguno no haya soportado mis gritos y haya decidido callarme con algún golpe pasado de fuerza o con alguna botella.

El hombre sale de mi cuando se corre. Se sube los pantalones y sin mirar si estoy o no bien, sale de la habitación. Me tapo e
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