Capítulo 209. El verdadero nombre del infiltrado
Había llegado el día donde Fabián y los demás se irían del país, Alejandro junto a Kelaya fueron hasta el aeropuerto a despedirse de su hijo, mientras ellos se sentían muy triste por la partida del pequeño.
El niño estaba más que emocionado al poder irse con su tío y explorar y buscar tesoro en otro país, ya que decía que sus tierras le estaban quedando pequeñas y era por eso que no había encontrado más tesoro.
Kelaya al ver a su hijo tan entusiasmado pensó que se había preocupado demasiado, puesto que nunca se había separado de él por más de una semana, pero por lo visto parecía que no le iba a hacer tanta falta como a ella.
Alejandro al verle esa mirada tan triste en su esposa, solo le dijo déjalo que él va a estar bien, acaso no ves lo emocionado que está por irse, además con su partida vamos a tener más tiempo para nosotros y así poder estar solos, cosa que desde que nos casamos nunca hemos tenido tiempo para los dos.
Y así podemos escaparnos a algún lugar cerca de aquí, para que