61 Sorpresa.
Altagracia y sus sobrinos permanecieron en la clínica toda la noche, Inés despertó en la mañana después que la fiebre le bajó, pero estaba muy deprimida. Sandra y Fabián fueron a la habitación.
—¿Cómo te sientes mamá? —Preguntó Sandra, Inés con el ánimo bajo le dijo:
—Quiero estar sola. —Fabian me agarró la mano.
—Te vas a poner bien mamá, el doctor dijo que tienes algún virus difícil de detectar, pero eres fuerte y pronto iremos a casa. —Jose Ernesto llegó con Altagracia, Inés volteó a mirar a su hermana.
—Altagracia. —Ella se acercó.
—Aquí estoy.
—Quiero hablar a solas… déjenme sola con mi hermana. —Sus hijos salieron de la habitación, Inés se veía muy deprimida.
—Altagracia, leí parte del diario del tío José Ignacio.
—¿Qué decía? —Las lágrimas brotaron y bañaron sus mejillas, se soltó a llorar, Altagracia puso cara de preocupación y la agarró de ambas manos.
—¡¿Pero qué fue lo que leíste en ese diario?!
—¡Dayanna me robó a mi hijo!
—¿Cómo? ¡No entiendo!
—Fabrizio es mi verdadero hi