—Tuve que llevarla esa noche cargada, no podía caminar —contó Cristian a sus amigos—, debemos ir el otro año para vacaciones, sé que les va a encantar. Miren, les compramos estos regalos en una feria.
El joven sacó de una bolsa plateada varias cajas de regalos y comenzó a dárselas a los allí presentes.
Sasha tomó el suyo con mucho ánimo y comenzó a abrirlo. Soltó un grito al ver un atrapasueños de tamaño mediano, las puntas eran de una pluma violeta y estaba hecho de una cuerda de varios colores: rojo, azul oscuro, morado y rosado.
—¡Es hermoso! —soltó la joven.
Lorena, quien estaba sentada a su lado, dejó salir una sonrisa.
—Sabía que te encantaría —dijo Lorena—, esa noche lo vi y supe que te iba a gustar.
—¡Es hermoso! —soltó Sasha mientr