-¿Que te parece?- sugiere Colín.- Solo serán unos dos días.
-¿La casa de la playa?- pregunto dudosa.- ¿La casa de vacaciones de tus padres?- asiente con la cabeza.
-Claro, la pasaremos bien y te ayudara a despejar tu mente, pasas mucho tiempo encerrada en esta habitación.- responde con un tono de preocupación en su voz, se acerca y toma mis manos.- Ya invite a tus amigos y dijeron que sí.
-Esta bien.- respondo rendida. Una sonrisa victoriosa aparece en sus labios.
Al llegar a la casa de la playa, Lily y Thomas entran con una gran sonrisa y un brillo inexplicable en sus ojos. Según ellos, este será un fin de semana inolvidable. Tiran sus bolsos sobre el piso antes de correr a la sala para luego saltar sobre el sofá.
-Parecen unos niños.- habla George observando la escena con una amigable sonrisa. Colín ríe.
-Chicos, tranquilos.- me tiro sobre el sofá en el medio de ambos.
-Hiciste bien en casarte con un hombre tan rico como Colín.- susurra en voz baja, escuchando solamente Tom y