Todo parecía ir bien en la vida de Blair Jones. Transcurría su ultimo año de secundaria, tenia unos asombrosos padres y a sus mejores amigos de toda la vida. Pero como dicen, "la vida puede cambiar en un solo instante". Su vida cambio de un día para el otro. La empresa de su padre estaba por declararse en quiebra, la única solución era que ella contrajera matrimonio con el único hijo del dueño de la empresa The Williams Empire, Colin Williams. Un chico despreocupado de si mismo y de su alrededor, sin interés absoluto por las relaciones amorosas y el futuro heredero de la gran empresa de arquitectura. Siendo el matrimonio lo ultimo que no tenia en mente. ¿Cómo los tratara la vida con el nuevo titulo de marido y mujer?
Leer másA tan solo dos meses de mi graduación, empiezo a buscar lugares a los que me gustaría ir con mis amigos de viaje, teníamos pensado en ir a California, sobre todo por las playas y las noches tan iluminadas de la ciudad.
—¿No piensas salir de esta habitación?— habla Thomas entrando.
—Ya estaba de camino.— digo tomando mi bolso y unos libros que se encontraban en mi escritorio.
Thomas es mi mejor amigo de toda la vida, nos conocimos cuando el tenia 6 y yo 5 en una cena que realizaron nuestros padres, desde esa noche nos hicimos inseparables.
Al bajar las escaleras, nos dirigimos a la cocina. Encontrándome a mis padres que aun seguían trabajando.
—Buenos días.— saludo.— Ya nos vamos con Thomas.
—Buenos días hija, que les vaya bien.— dice mi madre sin despegar los ojos del portátil.
—Blair, no llegues tarde.— dice mi padre.
—No se preocupen, que yo la cuido.— dice Thomas tomándome de los hombros y sacándome de mi casa.
—¿Por que tardan tanto?— habla Lily desde su auto.
Thomas y yo reímos mientras nos apurábamos en adentrarnos en este. Lily no tarda en ponerlo en marcha hasta la preparatoria.
El auto fue aparcado en el estacionamiento, cuando íbamos llegando a la puerta de la preparatoria, un chico cruzo corriendo rápido en frente mío haciendo que me tropezara. Voltea un segundo mirando hacia atrás para luego gritarme:
—Fíjate por donde vas.— siguió corriendo.
—¡Que idiota!— gruñe Thomas mientras me ayuda a levantarme.
—Aquí tienes tus cosas.— Lily me entrega mis libros.— ¿Estas bien?
—Si, si estoy bien.— digo tomando mis cosas.— Los dejo, me voy a clases.— retomo mi camino hacia el aula de biologia.
Pasaron las primeras clases y ya era hora del receso, nos encontramos en la cafetería con Lily y Thomas quienes estaban hablando sobre una fiesta que haría en la casa de Lily esta noche debido a que sus padres no se encontraban en ella.
—¿Se puede saber de que están hablando?— llega George a nuestra mesa.
—Lily hará una fiesta esta noche.—habla Thomas.
George Williams, mejor amigo de Thomas y el enamorado de Lily desde hace años. Esta en el equipo de futbol de la preparatoria y es todo un galán.
—¿Vendrás?— pregunta Lily emocionada.
—¿Acaso no lo conoces?— digo mirando de manera cómplice a George.
La campana suena en toda la confitería provocando que todos se levanten de sus lugares y comiencen a marcharse a sus respectivas clases.
—Nos vemos a la noche.—dice George antes de irse.
El transcurso de la clase fue muy lenta, hasta que de repente se vio interrumpida por un chico que al parecer venia de dirección. Entro, llevándose la atención de todos e incluso del profesor quien volteo hacia el y señalo el lugar vacío que estaba a mi lado.
—¡Hola! Soy Blair.— me presento amigablemente.
—Ya lo sé.— responde secamente antes de desplomarse en la mesa para dormir.
Terminaron las clases y tuve que volver a casa. Cuando llegue encontré a mis padres en la oficina, estaban muy preocupados y parecían nerviosos.
—Hola...¿sucede algo?— pregunto inquietante.
—Cariño, tenemos que hablar de algo serio.— hablo mi madre.
Algo no andaba bien...
Luego de dos meses de aquel mágico día, nos encontrábamos en la ceremonia de entrega de diplomas. Estaba a tan solo un paso de cumplir el sueño más importante en mi vida. —Blair Jones.— llegó el momento que muchas veces se sentía lejano.— Felicidades.— estrecho su mano mientras recibo mi titulo profesional. Logró ver a mi hija junto a Caleb festejar desde lejos. Mis padres tan felices a su lado. Regreso a mi lugar, suelto un suspiro de aliviada. Diciéndome a mi misma que ya lo consegui todo, mis sueños se estaban cumpliendo. Parecía algo irreal. Al terminar con la ceremonia me acerco a mi familia, tomo a Alana en mis brazos mientras ella me abraza comienzo a besarla en su mejilla. Caleb nos abraza a las dos, planta un beso en mis labios antes de volver a separarse. —Felicidades mami.— escucho decir a Alana.— Lo lograste. —Te amo mucho mi princesa. —Lo lograste.— Caleb toma mi mano. —Felicidades hija, estamos muy o
Un mes despues... Los comienzos de la vida siempre fueron la luz y motivos para seguir. A veces cuando sentía que ya no tenia sentido esta vida o el siquiera despertar todos los días y sentir los pesos en encima, las cargas... era difícil continuar. Pero ahora, puedo decir que mi vida vuelve a comenzar. No solo tuvo sentido el dia que nacio Alana sino tambien cuando senti que no estaba sola, ahora todo eso es para siempre. Todas aquellas personas son la razón de mi vida. —Te tengo una sorpresa.— habla Caleb detrás de mi. —Que nervios.— respondo emocionada. —Primero debes vendarte los ojos.— me tiende una tela para luego colocarlo sobre mis ojos. Tomo su mano mientras este me guia el camino, siento la arena en mis pies. Caminamos hasta que logro escuchar las olas de cerc
—¿Como esta la chica mas linda del mundo?— llega Caleb a mi lado, plantando un beso en mi mejilla ocupa el asiento vacío a mi lado. Si, luego de varios años de consideración, decidí corresponder los sentimientos de Caleb. Me ha dado miles de motivos para estar a su lado pero no me atrevía a corresponder. Creyendo que lo lastimaría, que nos haría daño. Pero eso no será así, ambos nos esforzaremos para que esto funcione. —Muy bien.— le regalo una sonrisa. Alana al vernos se acerca corriendo. —Caleb.— la subo a mis piernas. —Princesa. —Ahora que eres el novio de mi mamá, ¿Como debería llamarte?— se detiene a pensar.— ¿Papá?
—Ya la pueden llevar a casa.— el doctor nos entrega los papeles para firmar el alta médica de Alana. Lo firmamos con Colín y se entregamos. —Muchas gracias doctor.— digo mientras tomo mi bolso. Colín toma a Alana en sus brazos, aún dormía. Salimos del hospital y con cuidado la coloca en su silla sin que se despierte. Colín se había ofrecido a llevarnos a casa, nos subimos al auto y lo pone en marcha. Hubo un silencio que de a poco fue convirtiéndose incómodo. Tal vez porque el no esperaba que Caleb sea el hombre o simplemente algo sucedía en su cabeza. —¿Ya son pareja?—Colín rompe el silencio. Su voz sonaba distinto y su cuerpo estaba tenso a mi lado. —Aun no.—
La primera semana transcurrió más rápido de lo normal. Alana estuvo con su papá dos días seguidos en lo que yo pase el tiempo con mi madre. Lily ha decidido en quedarse en su departamento, no quería ser una molestia. —¿Estas lista?— Caleb entra a mi habitación.— Que linda.— lo escucho hablar en un susurro. Me doy una última observada en el espejo y me dirijo hacia el. —Lista.— sonrió mientras tomo su mano. Salimos de mi habitación y nos dirigimos a la sala. Encontrándome con mi madre y Alana jugando. —Estas hermosa.— me dice mi madre mirándome de pies a cabeza. —Si mami.— Alana corre a mis brazos y la tomo.
—Mami.— Alana corre a mis brazos luego de salir del departamento de Lily. La alzó y planto un beso en su mejilla.— ¿Cómo estas cariño? —Bien. Jugamos mucho con la tía Lily. Su departamento es muy lindo y tenía mucho juguetes.— comienza a contarme todo lo que hicieron en la noche.— Comimos pizza y luego vimos películas. —Puedes traerla de nuevo cuando quieras.— habla Lily una vez que llega a nosotras. —Gracias. Debemos ir a la casa de la abuela Sara, quiere pasar unas horas contigo.— le digo a Alana. Luego de despedirnos de Lily, dejo a mi hija en su silla en el auto. Coloco el auto en marcha hasta una heladería, la heladería que se había convertido en su lugar f
Último capítulo