Capítulo cuarenta y cinco. ¡Despertaste!

¡Despertaste!

Paula se fijó en el rostro pálido de la mujer que acompañaba a Domenico y por un momento se sintió mal, pues imaginaba que su reacción era por su parecido con su hermana.

—Bienvenidos a mi casa —se apresuró a decir para romper el tenso silencio instalado entre ellos.

—Gracias, siempre tan amable —dijo Domenico—. Permíteme presentarte a Pilar Conte, mi esposa —añadió.

—Encantada de conocerte, Pilar, soy Paula Madrigal, la tía de Paolo —se presentó estirando la mano para que Pilar la cogiera.

El primer instinto de Pilar fue rechazar el saludo, sin embargo, la calidez percibida en los ojos de la mujer delante de ella se lo impidió y se vio sosteniendo la mano de Paula.

—Un placer —dijo sin más.

Paula le sonrió.

—Paolo no ha dejado de hablar de ti, cuando le dije que Domenico venía, lo primero que hizo fue preguntar si venías con él, entonces no supe responderle. Sin embargo, me alegra que vinieras —expresó Paula.

Pilar de repente se sintió un poco tonta al temer que el pare
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo