Audrey, mientras sostenía a Sonny con una mano y examinaba la mano de Serenity con la otra, dijo con una mezcla de preocupación y desamparo: —Desde que Zachary reveló su verdadera identidad, siempre has insistido en que no intervenga por ti, y tampoco vienes a mí para desahogarte. Me preocupo tanto que estoy a punto de ponerme canas, tú y tu hermana son tan obstinadas.
—Recuerdo que tu madre era muy dócil, no era obstinada en absoluto, no sé de quién heredaste tú y tu hermana esa obstinación.
Serenity rió y dijo: —¿No dijiste que nuestro temperamento se parecía al tuyo?
Audrey se quedó sin palabras al recordar su admiración por Serenity y su hermana. No solo por su relación de tía y sobrinas, sino también porque la forma en que las hermanas se comportaban y manejaban las cosas agradaba mucho a Audrey.
Efectivamente, esa obstinación se parecía a la suya.
—¿Vienes a verme hoy para pedirme que haga algo?
Desde que Zachary reveló su identidad, Elisa solo se ha sentido enojada, pero no ha l