Zachary no tenía ni idea de que su intenso trabajo había sacudido a tanta gente de la empresa. Después de siete días de calma, le pidió a Serenity que se reuniera con él el lunes, al comienzo de una nueva semana.
Tras una semana de recuperación, la herida de la mano de Serenity estaba mucho mejor, o al menos ya no le afectaba al conducir.
Zachary había quedado con Serenity para encontrarse en la suite presidencial de la última planta del Hotel Wiltspoon.
Serenity se trajo a Sonny.
El pequeño la seguía hoy porque la tienda de Liberty estaba a punto de terminar las reformas y los últimos días Liberty había sido tan ocupada que no había tenido tiempo de cuidar de Sonny, por eso se lo había dejado a Serenity.
—Señora.
Jim con sus colegas se quedaron en la entrada del hotel esperando a Serenity. Al ver que Serenity llevaba a Sonny fuera del coche, Jim la saludó y le dedicó un respetuoso saludo.
—¿Dónde está tu señor?
—El señor York le está esperando a usted en el último piso, síganos, por f