—Cariño.

Apenas abrió la puerta, se encontró con el rostro apuesto de Zachary, quien inmediatamente le ofreció una sonrisa llena de buenas intenciones.

Pero usualmente siempre mantenía el rostro serio, rara vez sonreía, así que esa sonrisa forzada en ese momento, hizo que Serenity sintiera que era muy falsa.

—Cariño, te traje algo de ropa para que te cambies.

Zachary presentó dos conjuntos de ropa, uno era pijama y el otro era para que Serenity se pusiera al día siguiente.

—¿Te ayudo a llevarla adentro?

Serenity no le permitió entrar a la habitación. Después de tomar la ropa, retrocedió un par de pasos, y con un golpe, cerró la puerta de nuevo y volvió a poner el cerrojo.

Zachary se quedó callado.

No se alejó, quedándose de pie en la puerta como un guardián, al mismo tiempo, calculaba el tiempo en su cabeza, cuánto tiempo pasaría antes de que Serenity viniera a buscarlo.

Efectivamente, no pasaron ni dos minutos cuando escuchó el sonido del cerrojo desbloqueándose desde el interior. Inm