Liberty meneó la cabeza para impedir a su hermana.
No importaba cómo se peleaban ella y Hank Brown, sólo era un conflicto entre marido y esposa, un asunto familiar, y la familia de Brown a lo sumo dejaría a Hank quedarse en casa para que se recuperara de sus heridas, como la última vez.
Golpear a Jessica Yates era un acto que la cónyuge original castigaba a una tercera, y la gente sólo pensaría que Liberty había hecho bien y que Jessica era avergonzada y tampoco tenía remedios para tomar represalias.
Pero si Serenity, su hermana, hubiera pegado a Hank y a Jessica Yates, sí que habría aliviado la ira de su hermana, pero con la caradura de la familia Brown, habría demandado a su hermana por los gastos médicos, y Jessica habría hecho lo mismo.
Liberty no quería que su hermana quedara pescada.
Tiró de su hermana y le susurró.—Confía en mí, puedo manejarlo bien.
Sólo necesitaba que Serenity y su marido la ayudaran a grabar las pruebas.
—Hank Brown.
Liberty se secó las lágrimas y le preguntó