Isidro explicó la verdadera razón por la que William no había podido vengar la muerte de Valencia en tantas décadas.
William se emocionó un poco, sus ojos se llenaban de lágrimas y se sentía muy avergonzado de Valencia.
Cuando se emocionaba demasiado, tosía violentamente.
Isidro sacó enseguida las pastillas que llevaba consigo y le sirvió dos a William para que se las tomara, diciéndole, —Calma, calma, aún no hemos visto a la señorita Audrey.
Los demás también calmaron a William para que se tranquilizara.
Después de tomar las pastillas, las emociones de William se serenaron un poco.
Clive también estaba nervioso y preocupado por la salud del anciano.
Aunque nunca había conocido a Isidro, sabía que las habilidades médicas de Isidro no tenían rival y que Camelia era su discípula por excelencia.
Camelia curó los ojos de Isabela, la esposa de Callum, y la relación de Isidro con la familia Johnson era equivalente a la de los consuegros.
La familia Stone y la familia Johnson también se iban