—Iré a trabajar cuando la encuentre y me aseguraré de que esté bien. Volveré cuando me den las vacaciones de Navidad. Isa, no hace falta que envíes a alguien a recogerme, puedo comprar el billete por adelantado.
Thiago se sentía adulto y podía cuidar de sí mismo sin necesidad de que su hermana lo cuidara todo el tiempo.
Isabela accedió a la petición de Thiago y le dijo: —Salvo los directivos de la empresa, que saben quién eres, el personal ordinario no te conoce. Mientras no reveles tu identidad, nadie lo sabrá. Tienes que trabajar con cuidado y prestar más atención para observar cómo hacen las cosas.
—Bien.
Thiago había visto a los ejecutivos de la empresa.
Al fin y al cabo, era el único hijo de sus padres, que le habían transferido todos los bienes que les quedaban, y Thiago poseía sus acciones en la empresa.
Sin embargo, aún estaba en la escuela y no acostumbraba a prestar atención a los negocios de la empresa, por lo que el personal ordinario de la empresa no le conocía.
Iba a trab