Miguel se rio y animó a Axel: —Por mi experiencia, has superado la prueba. Vete ya, no te pongas nervioso, es seria pero no es difícil de llevar.
—Gracias, Miguel.
A Axel no le daba miedo la gente seria.
Belén no podía ser más seria que Zachary.
Estaba tan acostumbrado a ver la cara seria de su hermano que ya no sentía nada por la gente con cara fría.
Axel siguió a Miguel fuera de la cocina.
Miguel presentaba atención a los movimientos de Axel. Se dio cuenta de que Axel no miraba al alrededor como los demás candidatos cuando salía de la cocina y no se asombraba por el lujoso mobiliario interior.
Axel se mostraba tranquilo en todo momento.
Miguel supuso que Axel era alguien que había visto o había experimentado mucho de la vida de alta clase.
O tal vez tenía bastante calma.
En cualquier caso, estaba impresionado con el joven chef.
Quizá mañana Axel pudiera ser su colega.
Cuando Miguel condujo a Axel a unos metros de Belén, se detuvo y le indicó con un gesto que esperara aquí. Se adelant