Doris miró fijamente a Arturo, tratando de encontrar algo en su rostro.
Pero Arturo estaba muy tranquilo y no parecía estar mintiendo.
Después de mirarlo unos instantes, Doris dijo: —Bueno, entonces sabía que por más que me puse en contacto contigo pero nunca me diste ninguna respuesta. Dijiste que no llevas ese celular contigo, pero han pasado diez días y ese celular todavía tiene carga.
—Me pregunto de qué marca será ese celular, la batería es muy durable.
Arturo se quedó con cara tranquila y contestó: —No desenchufé el cargador antes de irme, así que el celular se quedó cargado.
Doris sabía que Arturo se estaba pasando de listo y no siguió haciendo más preguntas. Ella sabía que él tenía una explicación a sus preguntas.
—La invitada que Serenity me pidió que esperara aquí debes ser tú. ¿Cuándo conociste a Serenity? —preguntó Arturo con una sonrisa.
—Eso no tiene nada que ver contigo.
—Vaya, te has vuelto muy afilada de lengua pasado tanto tiempo.
Doris se mofó y dijo: —Sigues siendo