—Recuerde hacer una lista de los ingredientes que necesita para mañana.
Le recordó Miguel a Axel antes de irse.
—Lo haré.
Axel se quedó en la puerta mirando a Miguel marcharse. Hasta que no pudo ver la figura de Miguel, entró en su piso.
Este piso tenía un salón, un dormitorio, una cocina, un cuarto de baño y un balcón, y en total medía unos setenta metros cuadrados. Para Axel, que estaba acostumbrado a vivir en un chalet, este piso no era grande, pero para una persona corriente, este tipo de vivienda ya estaba muy bien.
Tenía todo lo necesario, y todo era nuevo.
Axel hizo fotos y vídeos y los envió al grupo familiar.
Y dejó un mensaje: [Es el piso que la familia González proporcionó al chef para alojar. Qué agradable el entorno.]
Ya se podía comparar el lugar con un hotel de estrellas.
Tania llamó inmediatamente a su hijo.
Axel acababa de entrar en su habitación y colocar su equipaje sobre la cama cuando oyó sonar su celular. Se sentó en la cama y contestó la llamada de su madre.
—Axe