La persona sentada frente a ella era Liberty.
Liberty no llevaba máscara, pero sí gafas de sol y sombrero. Cuando se sentó, se quitó el sombrero y se lo metió en el bolso.
Chloe dijo: —No quiero que nadie me reconozca.
—¿Qué te pasa? ¿De mal humor? Deberías estar alegre porque ya no tienes la oponente.
Chloe se quitó las gafas de sol y la máscara, las colocó sobre la mesa y dijo: —Yo no hice nada. Giselle tampoco murió en mis manos. Aunque esté de buen humor, no puedo demostrarlo.
Liberty hizo una seña al camarero y pidió una taza de café. Cuando el camarero se alejó, probó el postre y elogió: —Qué rico, está buenísimo.
—Claro, piensa de quién es este hotel. He oído que los jóvenes señoritos de la familia York son expertos cocineros. —comentó Chloe sonriendo.
Liberty contestó: —El que mejor conozco es mi cuñado, aparte de eso son Callum y Kevin. A los tres sí que se les da bien cocinar.
—La gente que sabe cocinar administra el hotel, naturalmente los postres de la cafetería del hotel n