Sonny iba a ser hermano mayor y tenía que querer y cuidar a su hermano o hermana.
—No pasa nada —Serenity sonrió y levantó a su sobrino, diciendo—. No eres nada pesado.
Sonny no estaba gordo.
El pequeño estaba muy cansado, y acurrucándose en brazos de Serenity, Sonny se durmió en menos de dos minutos.
Media hora más tarde, llegaron a la Corporación York.
Serenity pensaba llamar a Zachary, pero pensándolo bien, decidió darle una sorpresa.
Le dijo que pasaría a recogerlo por la tarde para ir juntos a casa, pero no le dijo exactamente a qué hora.
Su llegada y repentina aparición en su oficina sería la sorpresa para él.
Jasmine dijo que era necesario que de vez en cuando las parejas se dieran sorpresas mutuamente para mejorar su relación.
A Jasmine, que leía muchas novelas románticas, se le daba mejor que a Serenity, que lo había aprendido todo de ella.
—Señora, déjeme coger a Sonny.
El guardaespaldas quería ayudar a Serenity a abrazar a Sonny.
—No, gracias, yo puedo, vosotros esperad aquí