Luna sacó al instante su celular e iba a llamar a Kevin, pero después de pensarlo, no lo hizo y lo puso sobre el escritorio.
En efecto, hacía mucho tiempo que no salía de descanso, y no estaba mal tener a alguien que la acompañara en un paseo a caballo.
Tras sentarse en silencio unos instantes, Luna volvió a coger el celular y llamó a su hermano gemelo. Después de que Eneko respondiera a la llamada, dijo: —Eneko, ayúdame a averiguar el verdadero propósito de Kevin para viajar a Ciudad Río esta vez.
Eneko respondió instintivamente: —¿Qué propósito podría tener? La familia York también tiene negocios en la Ciudad Río, ¿no es normal que venga?
—Parece normal, pero siempre siento que no lo es.
Luna sintió como si Kevin se le estuviera acercando intencionalmente.
—¿Qué le pasa? Hermana, ¿está intentando jugarnos una trampa? —preguntó Eneko. Confiaba mucho en Luna, eran hermanos gemelos, Luna era sólo diez minutos mayor que él, pero parecía que tuviera diez años más que él, y ella era mucho