Al entrar a la casa, Valentina ya sabía que la habían convocado para atacarla en conjunto. Podía someterse o contraatacar.
Optó por lo segundo, y si iba a hacerlo, no pensaba tener piedad. Su descarga inesperada dejó a todos con la cara verde de ira.
Noah fue el primero en estallar:
—Valentina, ¿a quién llamas desecho?
Alicia, apretando los puños con frustración, tiró discretamente de la manga de Marc:
—Marc, mírala, ¡cómo se atreve a hablar así de Aitana! Aitana está arriba, todavía recuperándose de su gran pérdida. Si oye a alguien hablar así de ella, seguro se sentirá aún más herida.
Marc, que no podía soportar ver a su querida hija Aitana triste, deseaba poder abofetear a Valentina en ese mismo instante. Pero recordando el objetivo de la reunión, contuvo su ira:
—Valentina, sabemos lo que pasó en el museo. Aunque fue Luna quien accidentalmente derribó a Aitana, tú eres la causa raíz de todo. Así que debes hacerte responsable del aborto de Aitana.
Valentina, con un tono de increduli