123. ¿No quería Enzo una historia de amor cómo la nuestra?.
Después de decir eso, Eros cortó la comunicación y centró su mirada en la mujer frente a él.
Sabía lo que iba a decir, pero más le valía que se mantuviera callada. No le permitiría bajo ningún motivo decir algo ofensivo contra su hijo.
— No me mires así, pienso hablar, si quiero soy tu mujer, no tu empleada.
La mujer se llevó la copa de vino a los labios sin dejar de mirar a su esposo — tiene gracia que me obligaras a cortar toda conexión con mi hijo para que no volviera a ver a mi exmarido y ahora tu hijo se convierta en su amante, tal vez debería empezar a creer en el karma.
—Si sabes lo que te conviene, dejaras de decir ese tipo de estupideces o lo próximo que haré con el karma, será acabar con él y con ello me refiero a tu maldito exmarido y a toda su maldita sangre.
Eros observó a su mujer sin ningún tipo de duda, solo estaba esperando que alguien le diera una razón para matar a ese hombre y su hijo se la había dado y sin ningún tipo de excusa. Si Geraldine seguía llevándolo al l