122. Necesito ayuda.
—Vaya, el padre y el hijo son iguales — Murmuró ella dejándose caer en la cama.
La puerta de su habitación fue tocada, por lo cual ella tuvo que volver a levantarse topándose con una joven de cabello rojizo que le sonrió suavemente.
—La madame te envía esto— la joven apenas y tendría unos 18 años o menos, aun así su mirada ya denotaba malicia.
Eleonor tomó la bandeja que llevaba y le sonrió a la joven, aunque claro, ahora tenía claro de quién es qué debía de cuidarse, en ese lugar.
Esa joven vendería a su madre si con eso aseguraba un poco de tranquilidad.
—Dime. ¿Trabajas aquí?— le preguntó Eleonor a la joven.
—Sí, pero no con los clientes, en un mes la madame me enviará a los Estados Unidos a un sitio donde me empezarán a enseñar cómo atenderlos. Por cierto, mi nombre es Maryam.
— Mucho gusto Maryam, mi nombre es Claire Owens — le respondió a la joven — bueno Maryam si me permites debo de comer lo que me has traído, pero te daré algo de dinero si me consigues un cargador para mi ce