262. Primer toque
Jason
Ella no respondió.
De nuevo.
Miré la pantalla, con el mensaje aún abierto, como si el celular tuviera el valor de retractarse y darme algo más que ese maldito emoji sonriente.
Un emoji.
Después de esa noche.
Después del baile que encendió un fuego bajo mi piel, del olor de ella que se pegó a mi memoria como una maldición, del roce de sus ojos con los míos como si conociera una parte de mí que yo mismo rechacé... ella respondió con un maldito emoji.
Resoplé, cerrando los ojos con fuerza.
"Contrólate", murmuré para mí mismo, apretando la mandíbula.
Pero era imposible.
No cuando cada pensamiento que tenía era saboteado por el sonido de su risa, por el recuerdo de la curva de su cuello, por el brillo de sus ojos desafiándome —sin miedo, sin defensa.
Mi lobo gruñía bajo desde entonces. Impaciente. Incómodo.
Esa chica...
Es la hija del Supremo.
Es una Varkas.
Es la misión.
Pero también era un problema.
Uno que ya no podía tratar solo con frialdad.
Porque el maldito animal dentro de mí