23. La enemiga entre nosotros
Música del capítulo: Flowers - Brooklyn Duo
Nuria
La habitación estaba oscura y silenciosa.
Un silencio pesado, frío, sofocante.
Me di la vuelta en la cama, tirando de la manta para acercarla a mi cuerpo, pero no me trajo consuelo. Nada lo traía.
La música que toqué antes todavía vibraba dentro de mí, resonando como un fantasma en mi pecho. Me aferré a ella, intentando encontrar algún resquicio de paz.
Pero no llegó.
Cerré los ojos y respiré hondo, forzando a mi cuerpo a relajarse. Solo necesitaba descansar. Solo unas horas.
Mañana, encontraría la manera de lidiar con todo.
Con Johan.
Con el Alfa.
Con este maldito juego que Stefanos estaba jugando conmigo. Con la maldita manía de Johan.
Mañana.
Pero el sueño, cuando llegó, trajo algo peor que el cansancio.
Trajo el pasado.
El olor a sangre llegó primero.
Ferroso. Denso.
Mis pies se hundían en el barro teñido de rojo mientras corría.
La noche era fría, pero yo sentía calor. Un calor sofocante, como si el propio infierno se hubiera abie