(Anastasia Clarck)
Llegué a casa, y me senté sobre el sofá, sacando del bolso los 3 sobres marrones, sin saber aún si abrirlos o llamar a Seven, para pedirle explicaciones.
Abrí el primero, y saqué de él tres sobres más, de color verde. El primero ponía el número 1, como si fuese el primero que debía ser abierto, el segundo ponía el número dos y el tercero el número tres. Era de lo más fácil saber el orden en el que debían ser abiertos.
Agarré el primero, y lo abrí, había una carta y la leí en seguida:
“Estimada señorita Clark:
La primera opción no es siempre la más acertada, pero dado que ha elegido este sobre, le dará las instrucciones de lo que va a encontrar a continuación.
Una de las ra