(Seven White)
Fue la mejor noche de toda mi vida, asistir con ella a la Rosa Negra y acabar haciendo el amor en su casa, pues estaba mucho más cerca que la mía. Mandé a Javier a casa, porque pensaba quedarme con ella, y a ella no le importó.
Así que cuando amanecí aquella mañana en su cama, con ella abrazada a mí, no me disgustó en lo absoluto aquella escena. Estaba dispuesto a repetirla cuantas veces fueran posibles.
Mi teléfono comenzó a sonar, haciendo que ella se moviese, pero sin despertase aún. Lo agarré y me levanté de la cama, desnudo, llegando hasta el salón.