- Bueno eso puede que lo averigües cuando llegue el momento correcto – comento Antonio, quien fue a revisar como iban en el juego y vio a su hijo feliz explorando el lugar.
- Gracias por el regalo padre – indico feliz el menor corriendo a abrazarlo.
- De nada hijo, será que este lugar se volverá especial para ti y lo puedes usar para esos momentos que solo desees estar solo para pensar, descansar de tus lecciones y esconderte de todos por un rato – menciono divertido guiñándole el ojo, mirando que su pequeño asentía emocionado.
- Entonces, ¿tu igual tienes tu propio escondite? – pregunto divertido Erik.
- Hehe así es - menciono el castaño divertido – aunque en mi caso, yo encontré mi escondite de forma accidental cuando era pequeño y estaba jugando en ese lugar.
- Eso suena tan mágico, hermoso y misterioso – opino Aurora.
- Así es – indico Antonio con una gran sonrisa – y se vuelve más especial y romántico cuando lo comparto con mi Helena.
- No necesitamos que nos des esos detalles –