Tras eso, Antonio regreso con su familia llegando justo en el momento que Helena les leía a sus pequeños, quienes estaban tranquilos escuchando su voz.
Con sigilo ingreso a la habitación y se colocó al lado de su amada sin interrumpirle, donde con cuidado la alzo y sentó en su regazo para abrazarla, mirando que los bebes empezaban a cerrar sus ojitos.
- Y fin… - menciono Helena cerrando el libro y mirando a sus pequeños le sonreían.
- Que hermoso cuento – menciono el castaño – amor deberías escribir un libro, me gusta como narras.
- Bueno… - empezo a decir apenada.
- Sabes, de seguro eso motivaría a otros a hacer lo mismo – indico – ya me imagino lo hermoso que seria que el reino se reconozca por tener muchos autores con libros increíbles ¿verdad? – pregunto mirando que sus hijos aplaudían emocionados.
- ¿Eh? – Helena le miro sorprendida - bueno supongo que suena bien esa idea - dijo sonriendo e igual escuchando la emoción de los bebes.
- Yo sé que lo harás bien - dijo el castaño besa